La PPE no estaría recomendada en ningún tipo de exposición cuando el caso índice tiene el VIH, está tomando tratamiento antirretroviral durante, como mínimo, 6 meses y su carga viral está indetectable
La Asociación Británica sobre Salud Sexual y VIH (BASHH, en sus siglas en inglés) y la Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés) han actualizado sus recomendaciones para el uso de la profilaxis postexposición (PEP, en sus siglas en inglés) frente al VIH tras un contacto por vía sexual, ocupacional u otros tipos de exposición no ocupacional. La primera edición fue publicada en el año 2015 y tuvo un enfoque basado exclusivamente al uso de la PPE tras un contacto sexual. La actualización tiene el objetivo de proporcionar directrices basadas en la evidencia para facilitar las buenas prácticas de uso de la PEP por parte de los profesionales sanitarios implicados en su prescripción.
La guía contempla cuándo prescribir la PEP, qué tratamientos antirretrovirales utilizar y cómo realizar el seguimiento de las personas a quienes se prescribe.
Para poder cumplir dichos objetivos, la guía incluye datos de eficacia de la PEP, las evidencias relacionadas con la eficacia del tratamiento antirretroviral para prevenir la transmisión del VIH, los datos de prevalencia de detectabilidad viral –es decir, transmisibilidad- en poblaciones específicas, una valoración del riesgo de transmisión del VIH en función del tipo de exposición, herramientas para la valoración inicial del riesgo, datos sobre las diversas combinaciones de antirretrovirales analizadas como PEP, información sobre las pruebas de seguimiento a realizar, información para monitorizar adecuadamente a las personas en PEP e información sobre qué papel debería jugar la PEP dentro de la prevención combinada del VIH (es decir, dentro de una estrategia preventiva que también incluya la profilaxis preexposición [PrEP, en sus siglas en inglés], el uso de preservativos y lubricante, etc.).
La guía detalla también en uso de la PEP en situaciones especiales tales como el embarazo, la lactancia, en personas con infección crónica por el virus de la hepatitis B y cuándo tendría sentido utilizar la PEP en personas en PrEP.
Las guías recomiendan ofrecer rutinariamente la PEP si la persona ha tenido una relación sexual anal o vaginal receptiva sin preservativo con una persona con estado serológico al VIH desconocido o con infección por el VIH conocida, pero su carga viral está detectable o se desconoce. esta información (entendido como tener una última analítica indetectable y que esta haya tenido lugar dentro de los últimos 6 meses).
Si la exposición frente al VIH ha sido ocupacional o si la exposición ha tenido lugar por compartir jeringuillas o material para la inyección de drogas, la guía considera que debe ofrecerse rutinariamente la PEP si el caso índice tiene infección por el VIH conocida y su carga viral está detectable o se desconoce.
En el caso de relaciones sexuales insertivas sin preservativo, las guías apuntan a que la PEP debería considerarse –aunque no ofrecerse rutinariamente- si, en una relación anal, el caso índice desconoce su estado serológico o si, en una relación vaginal, el caso índice tiene infección por el VIH conocida y su carga viral está detectable o se desconoce esta información.
Por lo general, la PEP no estaría recomendada en los siguientes escenarios –y solo debería considerarse en el caso de existir un factor específico y claro que aumentase el riesgo de transmisión–: en el caso de las lesiones con objetos cortopunzantes o por salpicaduras, el uso compartido del equipo para la inyección o el coito vaginal receptivo cuando se desconoce el estado serológico del caso índice; y en el caso de mordedura humana cuando el caso índice tiene VIH conocido y su carga viral está detectable o es desconocida.
El régimen de PEP de primera línea elección considerado en la guía es la combinación de raltegravir (Isentress®) y tenofovir disoproxilo fumarato (TDF) / emtricitabina (especialidad farmacéutica genérica [EFG], Truvada®) administrada durante 28 días. La PEP debería iniciarse inmediatamente después de la exposición y, preferiblemente en el plazo de las 24 horas y no debería iniciarse transcurridas las 72 horas tras la exposición.
Las guías están claramente orientadas a profesionales sanitarios directamente implicados en la prescripción de PEP, así como a los diversos gestores sanitarios, activistas y/o profesionales de entes públicos u organizaciones que trabajan en la prevención del VIH y/o la salud sexual.
Fuente: (gTt-VIH) Grupo De Trabajo Sobre Tratamientos del Vih http://gtt-vih.org