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Elevada prevalencia de VIH en personas en situación de sinhogarismo en Londres

Un estudio revela el impacto de las desigualdades sociales sobre la salud de las personas en personas en situación de calle

Un proyecto innovador de apoyo entre pares, que ofrece el cribado del VIH y las hepatitis víricas a personas en situación de sinhogarismo en Londres (Reino Unido) llevado a cabo durante el punto álgido de la pandemia de la COVID-19, ha revelado que un porcentaje significativo de personas con el VIH no habían sido diagnosticadas, o habían recibido el diagnóstico, pero no se les proporcionaba ningún tipo de atención. Este es el principal hallazgo de un estudio cuyas conclusiones se presentaron en la V conferencia conjunta de la Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés) y la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH (BASHH, en sus siglas en inglés), celebrada la semana pasada de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19 (acrónimo inglés de enfermedad por coronavirus 2019).

La edad media de fallecimiento de las personas en situación de calle es de 43 años, con tasas de mortalidad 12 veces superiores respecto a las de personas con vivienda en el caso de las mujeres y ocho veces superiores en el caso de los hombres. Un estudio anterior realizado en Londres (Reino Unido) reveló que una de cada 83 personas en situación de sinhogarismo tenía el VIH, una prevalencia seis veces superior que la de la población adulta general. Incluso entre los grupos de personas que se hallan en una situación de mayor vulnerabilidad, la falta de vivienda aumenta de forma considerable el riesgo de adquirir el VIH y el virus de la hepatitis C (VHC). En este sentido, un metaanálisis publicado recientemente sobre estudios con personas usuarias de drogas inyectables evidenció que el sinhogarismo aumentaba el riesgo de adquirir el VIH en un 55% y la hepatitis C en un 65%. En los últimos tiempos se han producido brotes de VIH en Glasgow (Reino Unido, Escocia) que se han vinculado al sinhogarismo y al consumo de drogas intravenosas (véase La Noticia del Día 07/06/19).

La prestación de asistencia sanitaria a las personas en situación de calle es compleja por muchas razones. Estas personas suelen ser transeúntes y el personal sanitario puede tener una sola oportunidad para hacerles pruebas y derivarlas. Por otra parte, los servicios para las personas en situación de sinhogarismo son responsabilidad de muchos organismos diferentes que no se coordinan. Se da la circunstancia, en este sentido, de que existen hepatólogos que se resisten a ofrecer las pruebas del VIH junto a las pruebas de cribado de hepatitis.

Con el objetivo de atender a las necesidades de las personas en situación de calle en Londres, un equipo médico en colaboración con un consorcio de siete organizaciones sin ánimo de lucro de VIH, hepatitis y personas en situación de sinhogarismo llevaron a cabo un proyecto para ofrecer pruebas integradas del VIH, hepatitis B, hepatitis C e infecciones de transmisión sexual (ITS) como parte del servicio de salud móvil Find & Treat, un proyecto de larga duración creado originalmente para encontrar y tratar a personas en situación de calle con tuberculosis (véase La Noticia del Día 14/02/20). Durante el primer confinamiento por la COVID-19 en Inglaterra, las personas que dormían en la calle fueron alojadas temporalmente en hoteles y otros albergues de emergencia, lo que supuso una nueva oportunidad para involucrar a las personas en situación de sinhogarismo con los sistemas de salud.

Se formó a consejeros pares para que ofrecieran pruebas de cribado del VIH y hepatitis víricas en albergues para personas en situación de calle, centros de acogida para mujeres y alojamientos de emergencia para solicitantes de asilo. Una clínica de salud sexual de Londres aportó los servicios médicos y la iniciativa Fast Track Cities suministró los kits de pruebas del VIH y hepatitis víricas. Las pruebas se realizaban a menudo en condiciones difíciles, por motivos de seguridad debido a la COVID-19 y por la dificultad de encontrar espacio para realizar las pruebas en los puntos de atención. A continuación, se derivó a las personas que se habían efectuado las pruebas hacia la atención sanitaria para que les ofrecieran tratamiento antirretroviral y/o frente a la hepatitis C, profilaxis preexposición frente al VIH (PrEP), etc. También se derivó a las personas usuarias del proyecto a los servicios de reducción de daños asociados al consumo de drogas inyectables.

Entre mayo y noviembre de 2020, 1.411 personas usuarias del programa se sometieron a pruebas de cribado de cualquier virus de transmisión sanguínea y 1.259 a pruebas del VIH. Su edad media era de 41 años y el 76% eran hombres. Un hallazgo significativo fue la diversidad étnica de los usuarios: más de una cuarta parte eran de etnia negra africana, sudasiática o negra caribeña (solo el 13,5% eran negros africanos) y el 68% habían nacido fuera del Reino Unido. El 15% eran consumidores de drogas inyectables o lo habían sido (el 6,6% en la actualidad) y el 5% se identificaron como hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH).

Treinta y seis usuarios del servicio –una de cada 35 de las personas que se realizaron la prueba del VIH– dieron positivo, de las cuales 8 desconocían su estado serológico. Treinta de los 35 usuarios (83%) eran hombres. En general, tenían más probabilidades que las personas sin el VIH de haberse alojado en albergues temporales para personas en situación de calle antes del confinamiento. Eran mayoritariamente de raza negra (36%) o asiáticos (31%) y el 77% habían nacido fuera del Reino Unido. El 39% tenían antecedentes de consumo de drogas inyectables y el 31% era hombres GBHSH.

De los 28 usuarios que ya conocían su estado serológico, 20 estaban en tratamiento antirretroviral, pero cinco habían sufrido una interrupción del mismo durante la pandemia por la COVID-19. Treinta y dos de las personas con el VIH están ahora recibiendo tratamiento antirretroviral (89%), aunque no se disponía de datos sobre el estado de supresión viral en estas personas. Lamentablemente, un usuario con el VIH falleció.

Ciento treinta y ocho personas dieron positivo en la prueba de anticuerpos frente al VHC (10%), incluidas diez personas que también tenían el VIH. De las 138, 98 (71%) dieron positivo en la prueba de ARN del VHC mediante PCR lo que confirma infección activa por hepatitis C. Las 98 personas fueron derivadas para recibir tratamiento frente al VHC y el 79% de ellas lo recibieron.

Los responsables del proyecto concluyen señalando que los hallazgos de su estudio ponen de manifiesto el impacto de las desigualdades estructurales en las personas en personas en situación de sinhogarismo, y de forma especial los problemas de racismo e inseguridad de las personas migrantes. Instan a una mejor integración de las pruebas del VIH y la VHC, y a que las estrategias de aproximación y atención a las personas en situación de calle sean un servicio multidisciplinar independiente en Londres, que actúe como una red de seguridad para compensar las múltiples situaciones de exclusión que sufren estas poblaciones vulnerables. Destacaron, por otra parte, que el apoyo entre pares constituye una forma muy eficaz para prestar estos servicios.