DIAGNÓSTICO Y PRUEBAS

El VIH es una virus que una vez producida la transmisión puede no presentar ningún síntoma durante varios años, es decir, no podemos darnos cuenta si alguien tiene VIH solo por las apariencias físicas. Por ello, es muy importante siempre que se tiene alguna sospecha o ha estado en una situación de riesgo de contraer el VIH, hacerse una prueba de detección para saber si se tiene o no la infección por este virus.

Si el resultado de una prueba de diagnóstico de VIH es reactivo y de la prueba confirmatoria es positivo, es decir, que está confirmado que una persona presenta infección por VIH, es muy importante que usted conjuntamente con su médico tratante planifiquen intervenciones y tratamiento oportuno, con lo cual se podrán mejorar las posibilidades de impedir o demorar la progresión de la infección. Además: 

• Podrá tomar medidas adecuadas para evitar transmitir el virus a otras personas o reinfectarse nuevamente con el VIH, lo cual puede complicar aún más su salud.

• Si está pensando en tener un bebé, podrá tomar las medidas y tratamiento para prevenir la transmisión del VIH al infante.

La realización de una prueba de VIH debe ir precedida de consejería en donde se debe informar adecuadamente al usuario-a sobre VIH, sida, prevención, infecciones de transmisión sexual, derechos y significado de los resultados de las pruebas ya sea positivo y negativo, entre otros temas. Solo una vez ha recibido esta información, el usuario-a podrá contar con la información necesaria y los elementos de juicio para voluntariamente decidir si se realiza o no la prueba de VIH. A esto se lo conoce como Asesoría y Prueba Voluntaria (APV).

La realización de una prueba de VIH, sin el consentimiento informado de las personas que se la realizan, atenta contra a los derechos humanos y es penado por la Ley.

Esta sección toma como fuente la Guía Nacional de Consejería en VIH/sida 2011 del Ministerio de Salud Pública del Ecuador.

1. PRUEBAS DE TAMIZAJE

La finalidad de las pruebas de tamizaje no es el diagnóstico definitivo. La aplicación de técnicas de tamizaje tiene como objetivo detectar la presencia de antígenos y anticuerpos, es decir, la respuesta corporal, frente al VIH y es el primer paso para el diagnóstico de la infección. En ellas están:

Pruebas rápidas: Pruebas que pueden utilizar sangre, plasma o suero, detectan anticuerpos al VIH, no requieren equipos especiales, son sencillas, de fácil uso y su resultado es casi inmediato.

Prueba Elisa: Prueba de laboratorio que indica la presencia de anticuerpos al VIH en la sangre de la persona, requiere equipos especiales.

2. PRUEBAS CONFIRMATORIAS

Cuando una prueba de tamizaje ha dado “reactiva”, se requiere confirmar la presencia del virus mediante pruebas directas como:

Western Blot: Prueba que detecta la presencia de anticuerpos específicos contra el VIH, convirtiéndose así en una prueba definitiva del diagnóstico. Esta prueba posee un 94,9% de sensibilidad frente al antígeno viral de VIH 1 y un 100% de especificidad.

PCR Cuantitativo: Se la utiliza como confirmatoria en niños y niñas menores de 18 meses puesto que las pruebas antes descritas detectan anticuerpos (de la madre) y causan respuestas “falsas positivas” en estos niños y niñas.

RESULTADO NO REACTIVO

También conocido como negativo, significa que los anticuerpos al VIH no fueron detectados en la persona, ya sea porque no está infectada o porque se encuentra en el «periodo de ventana», como se explica más adelante. Es imperativo que la persona entienda que un resultado negativo no significa que es inmune a la infección por VIH.

Una persona VIH negativa es vulnerable a la infección si no practica sexo seguro y mantiene prácticas de riesgo de transmisión, por ejemplo, no usar preservativo en todas sus relaciones sexuales penetrativas. Es importante reconocer las prácticas de riesgo y tomar medidas de prevención para mantenerse sin VIH.

RESULTADO REACTIVO

Si la prueba de tamizaje resulta reactiva, se requiere realizarse otra prueba para confirmar el resultado. Si el resultado en la confirmatoria de VIH es positivo, significa que él/ella tiene la infección por VIH y, si mantiene prácticas de riesgo de transmisión, puede infectar con el virus a otras personas. Un resultado reactivo o positivo NO significa que la persona está en etapa sida (ver Información básica).

RESULTADO INDETERMINADO

Significa que la presencia o ausencia de anticuerpos al VIH no pudo ser confirmada. Esto puede significar que:

• La persona podría estar en el proceso de sero-conversión (momento en que una persona pasa de ser VIH negativa a VIH positiva).

• La persona podría tener una condición médica previa que está afectando la prueba (por ejemplo, artritis o problemas de auto inmunidad). 

Las pruebas de VIH han sido desarrolladas para ser particularmente sensibles. Por lo tanto, un resultado positivo podría ser obtenido aun cuando los anticuerpos de VIH no estén presentes en la sangre. Este resultado es conocido como «falso positivo», por ello la necesidad de confirmar el resultado con una prueba confirmatoria.

Los resultados positivos falsos tienen muchas causas, incluyendo errores técnicos, reactividad cruzada serológica, congelamiento repetido y descongelamiento de especímenes.

En algunos casos la prueba de VIH puede dar un resultado negativo aunque la persona esté infectada con VIH, lo que se conoce como un “falso negativo”. Esto puede pasar desde el momento en que la persona se infectó hasta máximo 6 meses y se conoce como “periodo de ventana”, que es el tiempo entre la infección inicial de VIH hasta cuando el cuerpo empieza a producir una respuesta inmunológica (anticuerpos) que se pueda detectar en las pruebas.

Por eso, durante el “periodo de ventana” algunas pruebas pueden no detectar el VIH a pesar de que el virus está en el organismo. En este periodo, el VIH se puede detectar con pruebas rápidas de cuarta generación y con PCR cuantitativo.

Una persona durante el periodo de ventana sí puede transmitir el VIH a otra persona, si mantiene prácticas de riesgo de infección. Si la pareja también es una persona con VIH, incluso pueden reinfectarse, es decir transmitirse mutuamente el VIH e incrementar la cantidad de virus en su cuerpo.

El diagnóstico de VIH en infantes es complejo, pues los niños y niñas que nacen de madres VIH positivas pueden conservar anticuerpos de ella adquiridos durante el embarazo, parto o lactancia. Esto puede durar hasta 18 meses después del parto. Dentro de ese plazo, las pruebas que no detectan específicamente el virus sino que detectan anticuerpos al VIH, podrían dar positivo sin que el infante tenga el virus, por ello ese tipo de pruebas no son recomendables sino hasta pasado ese periodo de 18 meses luego del parto.

La Guía de prevención y control de la transmisión Materno-infantil del VIH y sífilis congénita, y de atención integral de niños/as con VIH/sida indica que a las 4 a 6 semanas de vida, se le realizará al infante una prueba de detección del virus, también llamadas pruebas virológicas, estás son:

Independientemente del resultado, cuatro semanas después de realizado el examen se debe volver a realizar una prueba para confirmar los resultados.

Los y las infantes de madre con infección por VIH deben iniciar profilaxis con tratamiento antirretroviral antes de las primeras 6 a 8 horas de vida, por cuatro semanas y, dependiendo de los resultados de la evaluación clínica, deben recibir cuidados y controles adicionales.